VENEZUELA: ¿Cómo sería una guerra civil?
Parte I.
Una de las razones para empezar
este blog, lo fue y lo es, prevenir una guerra
civil.
Las guerras civiles tienen la
mala costumbre de parecer imposibles justo antes de empezar y el punto de inflexión, suele
ser también, inesperado la mayor de las veces,
Harto
acostumbrados estamos en Venezuela, a la aplicación del sambenito
“profetas del desastre”, a todos aquellos que interrumpen la felicidad del
partido mandante, con predicciones horríficas que en el caso nuestro, irremisiblemente se dan.
¡Qué soberbia la de los líderes
políticos en función de gobierno, en las décadas de los setenta y ochenta!
¡Qué ceguera!
“De aquellos polvos estos lodos”.
De cualquier manera, esa
desmedida prepotencia, ese mismo
sarcasmo de los que detentaron el poder,
en aquel entonces, iba a ser reducida a una escala micrométrica y la misma soberbia, el mismo sarcasmo, se elevó
en magnitud a potencias mayores de lo
imaginable. Y lo hemos vivido y sufrido en las últimas dos décadas. Podría decirse
que ese es otro punto en común entre las dos hegemonías, donde la ideología,
cualquiera que haya sido o que pretendía o pretende ser, no ha podido cambiar
un milímetro la conducta de los venezolanos en el ejercicio del poder.
Las expresiones más altas y puras
de esas soberbias, de ese sarcasmo, de la creencia de que el poder iba a ser
eterno, corporizadas en actores a los que se pretendió en un momento y se pretende
ahora en convertir en gigantes históricos, semidioses o dioses, son ahora polvo
y cenizas, e independientemente de los eslóganes y mantras de cualquier color,
en nuestro caso blanco, verde o rojo, han regresado las cenizas a las cenizas y
los polvos a los polvos, de los que una vez, todos salimos. Pero el país está en un pantano de odios y resentimientos, agarrándose
de los estandartes, de los que fueron y ahora ya no son.
Hay una máxima que dice que “los
dioses ciegan a los que quieren perder”, en nuestro caso, parece ser, que el poder que nos encandila, el poder como
lo concebimos y ejercemos, con el que aspiramos superar y diferenciarnos de los
demás y que es fútil, ante la oscuridad absoluta que produce dejarlo por perderlo, o al perder la vida por él.
El problema, la más de las veces,
no es la falta de visión del liderazgo, sino de las masas que lo siguen y esto
ha pasado con los pueblos más cultos de la historia, que en su momento a pesar de
conocer el bien, escogieron hacer el
mal: Ni Hitler, ni Mussolini ni Stalin hicieron lo que hicieron ellos solos.
Este asunto es espinoso en grado
sumo, por eso lo expondremos poco a poco.
Por hoy para cerrar, dedicamos
está máxima de Trotsky a aquellos ilusos que creen “que para pelear hacer falta
dos”, y descubren su error con la boca ensangrentada, cuando han perdido ya dos
dientes, y los que creen “eso no va a pasar nunca a mi o aquí”, y crujen lo que
temían por muchos años.
“No importa que a ti no te
importe la guerra. Porque a la guerra le importas tu”.
Hasta dentro de un rato.
Martín
Lon Blanco.
Caracas,
19 de noviembre de 2014.
Excelente reflexion mi apreciado amigo. Somos muchos los que advertimos los resultados de hoy y muy pocos como usted que pretende despertar la seguera de la ignorancia en muchos, por eso el sabio dicho: quien por su gusto muere hasta el infierno le sabe a gloria. Lo felicito porque por encima de tanta ideologia barata usted continua en su buena intencion. Ojala el dedo de Dios lo guie y sus palabras nos hagan reflexionar. Mi señor le bendiga.
ResponderEliminarMaestro...excelente, afinando estilo. Muy apropiado, certero, agudo, cumpliendo con la tecnica e informando amenamente....felicitaciones
ResponderEliminarMuchas gracias queridos amigos. La crispación, los problemas económicos y el hampa, más la ineptitud de gestión, están creando las condiciones para cosas malas. Hay que evitar el escalamiento a toda costa.
ResponderEliminarUn abrazo, ustedes fueron defensores de la paz armados, ahora lo tienen que seguir haciendo con la palabra.
excelente análisis y muy bien fundamentado para no herir susceptibilidades, por otra parte no hay mejor forma de expresar la situación actual del pais de una manera metafórica esperare los sus próximos análisis de nuestra realidad que a la vista de muchos y de la mayoría de los venezolanos no pueden ver ni al frente de sus narices lo que realmente ocurre y las vicisitudes que vive el venezolano de a pie y que en muchos casos somos nosotros mismo que hacemos magia para tratar de solventar y de alimentar a nuestras familias
ResponderEliminar