COMENTARIOS PARA ALGUNOS COMPAÑEROS SOBRE LOS ACTOS DEL 27 DE NOVIEMBRE.
Profunda
preocupación causa ver los comentarios de parte y parte y las acusaciones ad
hominem que se leen en los comentarios.
En lo
particular, mi posición sobre estos hechos y el rol que me tocó jugar en dicha
fecha, son del dominio público y están en los tribunales militares y en el
libro del General Iván Jiménez Sánchez.
Han
pasado veintidós años de ese suceso, que apartando las verdades históricas,
también constituyó una tragedia personal, por el amor a la Fuerza Aérea y a
todos sus integrantes. Lo que algunas personas hicieron corriendo tras un ideal y de otras para mantener otro igual.
¿Quiénes
nos matamos entre nosotros mismos?
¿Qué
ventaja hemos obtenido de ese acto fratricida, los integrantes de los dos
bandos?
¿En qué
hechos concretos podemos basar y tasar el sacrificio hecho por los combatientes
de ambos bandos?
¿Han
sido las ganancias personales equivalentes a los hechos de sangre, de las
cárceles, exilios y demás sufrimientos de los familiares?
¿Dónde
estaban y que hicieron ese 27 de noviembre del año 92, que ahora claman
laureles y dónde estaban los que los pitan y critican?
Yo no dudé nunca de las intenciones de los que participaron
en esas acciones independientemente de su bando.
¿Qué
ventaja posterior al hecho tuvieron los que defendieron el sistema político de
ese entonces?
¿Qué
ventaja real posterior al hecho tuvieron o tienen los que hoy defienden el
sistema actual?
¿Se
compensan esas ganancias con las pérdidas?
Y así
pueden seguir apareciendo preguntas cuyas respuestas irán de un extremo al
otrp, porque se yerra en ver la verdadera naturaleza dual del problema.
Hay una
parte racional y una parte emocional.
Hay una
cultura que comparten los que mandaban antes y los que mandan ahora y una
cultura subordinada militar que puede ser la tesis o la antítesis producto de
esa misma cultura y del sistema político que esta cultura engendra.
¿Ha
sido la persecución de los oficiales de época reciente, distinta a la que hicieron
los oficiales perezjimenistas con los simpatizantes adecos?
¿Fue la persecución de los oficiales que fueron
perezjimenistas por parte de los oficiales proadecos en el poder distinta a la
de entonces o a la actual?
Por
supuesto que cada uno tiene una opinión emocional, ya que esta es más simple y
barata que buscar el problema cultural que pergeña el mismo tipo de persecución
y conducta que es esencialmente igual y el mismo.
Entonces:
¿De qué sistema de valores podemos hablar y criticar, cuando estamos
presenciando cómo se manipula la historia para beneficios políticos mezquinos y
peor aún, de cómo se manipuló en el pasado?
El asunto
compañeros está, en que se repiten las persecuciones, las venganzas y los
resentimientos en la gente más decente, mientras que los aprovechadores sacan
sus ventajas fácilmente.
A la
luz de la falsa historia que podemos ver como se produce hoy tenemos que aceptar
que las bases históricas del pasado fueron igual de falsas. ¿Si no, por qué la
conducta de los “líderes”, su soberbia es la misma?
Yo
tengo mis respuestas, que expondré en su momento apropiado. Pero lo que me
preocupa actualmente son las consecuencias actuales y más aún, las futuras.
Independientemente
de la verdad histórica, el futuro del país es preocupante.
Se
ciernen nubarrones sobre el futuro de los que apoyan al gobierno y de quienes
los adversan. El mundo siguió avanzando en una dirección no concurrente a la
nuestra y percentiles más, percentiles menos, viene un calambre presupuestario
que va afectar a los dos bandos y a mis queridos aviadores que debaten y pelean hoy, quienes
junto a sus familias sentirán la contracción y el dolor que esta produce.
Dos males no hacen un bien.
¿Mejoraría
el país si hubiese otro alzamiento similar pero en contra de la actual
situación y sacudiésemos de los hombres y mujeres que hoy detentan los soles y
las estrellas para ponerlos sobre los que han sido injustamente desplazados y
perseguidos?
¿Cambiaría
eso la realidad presupuestaria y la forma como se tratan en la Asamblea
Nacional, los del gobierno con la oposición?
¿Cambiaría
la forma de manejar en las calles y el trato en los barrios, descendería la
delincuencia por tirar otra vez bombas en Caracas y por los aviadores matándose
entre ellos?
La
repetición a la inversa, es el fractal. La función objetivo de la que emana el
error cultural venezolano del ciclo de venganzas de todo tipo y que aún
predomina en las tribus Yanomani desde tiempo inmemorial.
Los
oficiales que enfrentaron a los poderosos de ahora, no obtuvieron ningún
reconocimiento, peor aún fueron atacados, destruidos, apartados y desplazados
por aquellos oficiales que se escondieron debajo de la cama, que no arriesgaron
nada.
¿Es
distinta esa situación ahora?
¿Cuántos
generales en jefe ha tenido la Aviación, en qué proporción están en la
administración pública, es esa proporción la justa de acuerdo a la
participación por componente en los hechos del año 92, sobretodo el 27N?
¿Fue
distinto en los dos últimos gobiernos antes del 98?
¿Antes
del año 2004, me vieron ustedes haciéndoles un bojote de pregunticas a una
catajarra de nuevos?
No
¿Verdad?
Porque ahora
ya no tengo la adscripción, ni ningún cargo y los nuevos de ayer son
comandantes, coroneles y generales muchos de los cuales están pasando las
mismas penurias que yo y otros que en el futuro las pasarán igual.
Siempre
fui igualitario hasta que el subalterno demostraba su mejor condición. Así
hicieron conmigo y no fue para mal. Los traté con dureza hasta que demostraron
ser fuertes.
¿Por
qué habré cambiado?
Porque los hombres y mujeres que conocí en mi carrera
militar, salvo una minoría, tenían una capacidad de redención y rectificación,
digna de admiración. No sólo eran valientes físicamente, eran valientes
moralmente, por lo menos, hasta que llegaban a general, donde una minoría se
acobardaba, primero moralmente y después físicamente.
Ya todos somos compañeros de preocupación y
tratamos de defender nuestras posiciones del año 92 igual que los soldados
cruzados morían defendiendo a su caballo muerto.
¿Han
visto a los “líderes” de la MUD, diciendo: Sí, nos equivocamos, hicimos un
sistema injusto que produjo las contradicciones que hicieron posible y hasta
necesario una reacción moral en contra?
¿Han
visto a los “líderes” del gobierno decir que pueden haberse equivocado en algo?
Yo no
he visto a ningún aviador de ningún lado todavía, defendiendo lo indefendible,
pero sí por mantener esa lealtad residual, la fe de que los jefes van a recapacitar
y actuar bien.
¿Y los políticos?, No, no lo hacen. Medran de los errores del
otro. Sólo desean ser gobierno para reemplazar a un mal gobierno fracasado, por
otro igual, a sabiendas que el que sufre
es el país. Y mientras tanto, el sistema sigue produciendo el producto para el
que fue diseñado: Haciendo millonarios a los políticos y multimillonarios a los
que los financian.
La
falta de principios es pues, anterior, actual y posterior, ante hoc y post hoc.
Así que
mis queridos aviadores debemos reconciliarnos, no sólo para sentar principios básicos
y ser fieles como lo fuimos de gregarios y líderes de una formación, sino
porque es necesario.
Nosotros
sabemos de valentía física y algo de valentía
moral(Fernando Falcón dixit).
La valentía moral fue la que enamoró al
país del finado TCnel (Ej) Hugo Chávez Frías, bendita sea su memoria. Al asumir
la responsabilidad, creó una imagen de referencia que le ganó el aprecio de los
civiles que lo eligieron presidente la primera vez, cuando los militares no votábamos.
Betancourt y Leoni, bendita sea su memoria, era valientes moralmente. Ya
expresé que los sobrevivientes políticos de los partidos del viejo estatus,
todavía creen y pregonan que todo lo hicieron bien y que somos no sólo un
pueblo bruto, sino que además malagradecido y que regresaremos como novicia al convento
después de haberse escapado con un novio.
El
gobierno está dilapidando la valentía moral que su líder eterno, les dejó como
herencia y están empezando a expulsar de sus organizaciones políticas a los que
preguntan: ¿Bueno, dónde están los reales?
Va a
ser difícil mejorar la situación
nacional, mientras que será muy fácil
que empeore. Por eso la redención
y la reconciliación deben darse.
Debemos dar un ejemplo al que lo quiera seguir y evitar espirales de violencia
peores que las del año 92 y las que están asolando a países exportadores de
petróleo como el nuestro.
Hay que
hacer esto compañeros más porque es y será necesario,
no solo por ser bello.
El
liderazgo civil debe madurar y pasar por un periodo de reflexión. Deben
democratizarse los partidos que piensen ejercer el poder y ganarse la
subordinación, no sólo la que establece la ley sino aquella que da el ascendente
moral. Los líderes políticos no requieren de valentía física, pero sí de
valentía moral. Esta es más escasa y más difícil. Nada más por eso es más
meritoria.
Cuando
entré en la EAM lo hice con la intención de que la FAV fuera la mejor del
mundo. Creía que lo mismo querían los dirigentes del país, me equivoqué y fracasé. Creí y gasté mi
juventud en eso que Venezuela debía ser el país del mundo donde todo el resto
del mundo quisiera ir.
Ahora,
más cerca del hoyo que del bollo me encuentro que debo luchar aún más, cuando
merman las fuerzas y jadea el entusiasmo, no para que vengan los mejores extranjeros,
sino para que regresen amigos e hijos amados y queridos. Sí, al igual y junto a
queridos superiores, compañeros y subalternos, chavistas y no chavistas, me jodieron, pero no importa, los golpes de niña saben a piña y tenemos que
estar unidos para que maduremos como país y corrijamos nuestra cultura y que
esa niña, abusada por todos que es Venezuela todavía, se convierta en toda una
señorita y después en un gran señora que disfrute de todos sus hijos e hijas,
aún de aquellos que perdieron el tiempo odiándose y matándose entre ellos,
cualquier día, en cualquier calle, en la
vida de nuestro país.
Ayer pasé todo el día tarareando la Marcha Épica de la
Armada. La pasé bien.
“Los laureles manchados
con la sangre de los compatriotas no dan gloria”.
Napoleón Bonaparte.
Martín Lon Blanco.
28 de noviembre del
2014.