SEGUNDA DE TREINTAYCUATREROS.
Después
de fundado el Escuadrón 34, se logró en tiempo record su activación. Las
deficiencias de diseño se suplían con imaginación de los técnicos y los pilotos
no tenían la predisposición a ser segundos de nadie. Y nadie es nadie, dentro
de Venezuela ni fuera de ella.
El tipo
que de relación que se dio entre el personal, contenía factores románticos
residuales de la II Guerra Mundial y las ventajas del individualismo inglés y
norteamericano en esa guerra. Esto fue rápidamente asimilado por las tripulaciones
aéreas y las de tierra, y estas unidas lograron una camaradería tremendamente
especial.
Uno de
los ritos más importantes, la de iniciación de los señores oficiales, era de
extrema importancia. El subteniente bisoño que llegaba de los Vampiros, tenía dos figuras
paternales muy importantes: La del comandante de escuadrón que para serlo era
un sobreviviente por sus condiciones, que le habían permitido llegar allí, pero
también era una figura temida porque era como lo dicta la psicología arquetipal
de Carl Jung, a veces el padre tiende y a veces tiene que convertirse en “ogro”,
el ogro en cualquier cuento, es sólo un padre bravo, muy bravo. Pero la otra
figura era la del Maestro Técnico Mayor o el del Jefe de Pista. Este era la figura
paterna que todo hijo desea tener.
Pues
bien, estos padres, tenían la firme intención de hacer del recién llegado un
buen piloto que no se matase en el avión, una buena persona y de tercero, un
buen oficial.
Para el
piloto nuevo era invisible la relación de estos dos hombres que eran en sí uno
sólo, eran su ángel de la guarda corporizado.
A cada
nuevo se le diseñaba “la prueba”. Hoy me referiré a una muy simple, pero debe
entenderse que no se hacía la misma prueba a todos, no, tenía que ser inédita y
nueva pero dejar la misma gran lección.
Al recién
llegado, finalizado su periodo de inducción, antes de empezar la Escuela en
Tierra, ya recibía el deber de montar guardia y allí su ángel guardián número
dos, es decir el maestro más antiguo, ya se había ganado la confianza del nuevo.
Y este maestro u otro designado por él, iba y le pedía un favor que excedía el
alcance y control del oficial de día y que requería ser “bueno” y “caer bien”.
En nuestro caso de hoy, el Maestro
Mayor decidió pedirle el favor de dejarlo ir a su casa porque se le había
quedado el arma de reglamento y si el comandante que era tan bravo, lo sabía lo
iba a arrestar o sacar de la Unidad. Por supuesto, el subteniente que
llamaremos X, lo llamó aparte y le dijo:
-Bueno vete de una vez para que llegues temprano que yo te
hago la segunda y me traes una arepa si puedes con el relleno que creas mejor,
para que no se te olvide la pistola otra vez.
El Maestro
salía sigilosamente, pero raudo y veloz.
Pero
pasaban las horas y el maestro no llegaba. Pasaban los turnos de la noche y el
subteniente tenía que montar el de él mismo y el del maestro a quien le había
dado el permiso. Ya para la hora del
relevo de Guardia el recién llegado estaba cercano al ataque de pánico y ante
la ausencia del Maestro, tenía que pasarle la novedad al comandante del
Escuadrón.
Este,
al oír la novedad, montó en cólera, que hacía pequeña a la del Bravo Aquiles y
le advertía al subteniente que iba a ser el primero a ser botado del escuadrón
sin ni siquiera haberle puesto el trasero a un avión y que por lo tanto, se quedaría
arrestado hasta que apareciera el Maestro a quien sin permiso, había autorizado
a ir a su casa estando de guardia.
Después
de tres días en zozobra, lo mandan a buscar a la habitación y al entrar al
comando ve al Maestro y lo para firme y lo regaña:
-¡¡¡¡Irresponsable,
mentiroso y desleal!!! Yo confié en usted y lo ayudé y se desaparece por más de
tres días. Eche su cuento antes que llegue mi comandante.
-Bueno
mi Teniente yo no le mentí, la pistola se me había quedado en la casa, pero es
que yo vivo en Carúpano y fui y me regresé lo antes que pude y ¡¡¡¡ le traje
unos choricitos para que se coma su arepa¡¡
El
subteniente X, impávido no sabía en su indignación que decir y en eso entró el
comandante de escuadrón:
-¿Qué
fue lo que pasó subteniente?
A lo
que subteniente adujo:- ¡¡¡¡Este irresponsable me dijo que iba a su casa a buscar
su armamento y tardó tres días!!!!!!!!!
-Bueno
nuevo, cálmese, usted puso la torta y la está volviendo a poner, ¿Acaso no sabe
que no puede corregir ni recriminar a un subalterno en presencia de un
superior? ¿Ya tiene el informe escrito del Maestro?
El
subteniente acogotado le contestó: -No mi comandante.
El
comandante le ripostó; -Pues bien, yo sí lo tengo
¿Se le ocurrió
preguntarle al Maestro dónde vivía?
¿Quién tomó una mala decisión?
¿Quién tomó la
decisión con la información incompleta?
¿ Quién violó la cadena de comando dando un permiso que sólo
le corresponde al comandante del escuadrón?
¿Quién creyó que la simpatía, la retórica y el populismo de
un piazo´e nuevo puede suplantar la experiencia de un teniente coronel y de un
maestro mayor?
¿Quién violó los reglamentos y la ley militar?
¿El maestro que con sinceridad le pidió un favor? O ¿Usted,
que en vez de tramitar dicho favor con el comando, se creyó rey y le concedió
una gracia?
Ya en
este momento, el subteniente estaba consciente de sus fallas y sabía que debía
venir una sanción. Sólo esperaba, resignado escuchar el esperado “Y por lo
tanto”, que predece la extracción ocular.
Parado
firme todavía, se le acercaron el comandante y el maestro y cada uno le puso
una mano sobre el hombro, en una coreografía casi perfecta y el comandante le dijo:
-Mira hijo, a cuarenta mil pies de altura haciendo combate, ¡no
nos vas a tener a nosotros para sacarte del problema!
Entonces no te metas en un
problema y si lo haces debes aprender a salir de él, pero eres tú, tú solo
quien debe resolver las cosas porque vas a ser si no lo eres ya, un piloto de
caza. Los aviones de caza tienen un solo puesto. Pregunta con anticipación a tu
líder, no abrigues dudas.
Y nada de represalias o resentimientos con el
maestro, no sólo estaba cumpliendo mis órdenes para darte esta lección, sino
que toda hora de vuelo que hagas, todo proyectil que dispares, todas las
cuerdas del paracaídas y cartuchos de la silla de eyección, el combustible, el
oxígeno que vas a respirar, todo, absolutamente todo, la va a manosear siempre
primero que tú este hombre, que es mi mano derecha para que no se me maten los
nuevos.
-¿Entendiste?
Silencio
absoluto de reconocimiento humilde.
-¿Tienes
algo que decir?
-Si.
Gracias mi comandante, muchas gracias mi maestro.
Allí
habló el maestro sólo para decir:
-¡¡¡¡Así es que hablamos los treintaycuatreros!!!
¡¡¡Vamos a comernos
unas arepas con chorizo carupanero del mejor!!!!
Es
inevitable cualquier parecido con la realidad porque fue la realidad misma.
Imposible
en este momento no tener pensamiento de agradecimiento
a mis comandantes de escuadrón y de grupo, y las figuras de: el Maestro
Perdomo, en T-34, Maestro Rojas en Jet Provost, Maestro Godoliett, Maestro
Mauricio Fernández, Maestro Mederos, Maestro Arredondo en Mirage III y V, Maestro
Valerio Méndez, Maestro Vinicio Guerrero en F-16, Maestro Lamas Tovar en Mirage
50. Mi sargentada cuando de cadete de segundo año fui alimentado, sostenido y
mantenido despierto por mis hermanos: el Virolo, el Enanosaurio, Mesié Flores,
Mesié Robles, el Catire, Ansart y a la hada madrina, a la Campanita de todo
Peter Pan en la línea de vuelo para el primer vuelo solo, Mi Maestro Ofelia
Chirinos. Mi Maestro Nieto quien arregló las líneas de mi paracaídas y los
cartuchos de mi silla.
¡Qué
grande esta Fuerza Aérea en la que por mi edad, mala memoria y falta de
espacio, tengo que dejara fuera a tantos y tan queridos! No dudo de lo merecidas
que son esas estrellas que hoy sustituyen las barras por las que nos elevamos
como tramos de escalera, todos los pilotos de caza de la Fuerza Aérea.
Muchas
palabras para un escrito, lo sé, pero tengan por seguro que son más las que se
me quedan en el corazón y el alma.
“Los pilotos de caza siempre lo hacen mejor (gracias a sus maestros)”.
Martín Lon Blanco
Caracas, 4 de diciembre
de 2014
Excelente anécdota! Por favor comparta más vivencias de la FAV, d elos Venoms, Vampire, Provost, Mirage III,5 y 50, F-16, etc..!
ResponderEliminarSaludos y mis respetos...