viernes, 19 de mayo de 2017

Protestad como el mar.

Las protestas o quienes protestan deben fijarse en las olas del mar.
A veces fuertes como en una tempestad, otras suaves, pero siempre ahí. La función del liderazgo es no gastar la energía en algo que no valga la pena, pero ser constantes y tomar la forma de la orilla de tierra y seguir dándole.
El gobierno tiene tres debilidades notables, es soberbio y ciego ante la necesidad de la gente, el hambre es real, la enfermedad es real, el hampa es real y sigue atizando el odio, se cree perfecto, no ha hecho nada malo ni nada a destiempo, apuesta a la traición suprema con los rusos y chinos.
Su moralidad es rastrera, su inmoralidad galopante.
 Todo el mundo sufriendo y bailando salsa y viajando.
Jugar cualquier juego desde el rol del mendigo en la estrategia mundial es suicida, el colmo es que tengan ya lista su "guerra de todo el pueblo", tengan sus municiones y su comida enterrada en los montes y la gente en los cerros muriéndose de hambre y siendo atiborrada de propaganda, odio y mentiras.
La MUD debe adaptar las convocatorias a las exigencias y respetar a la población y tratarla con cuidado y lealtad, no se le debe exigir nada que uno mismo no sea capaz de hacer.
Ellos, los asesinos, tienen todo, menos la razón. Su ostentación, su justificación de su ostentación entre personas que les velan la comida y esa grasa, obesidad inmoral que presentan los "jefes" clama al cielo.
Winston Churchill al igual que Patton consideraban que el deber de los patriotas no era dar la vida por la patria sino que el adversario la diera por la suya. Ante la insistencia de los soldados fanáticos que le llevaban la contraria y habiendo sido el graduado de Sandhurst, les dijo: Esta bien, den su vida, pero por favor por algo que valga la pena.
 Los asesinos de la GNB, de la PNB y quienes las "mandan" y los que incitan a los que "mandan", no la valen.
La civilidad es más fuerte porque siempre dura más. Si a las elecciones no a la prostituyente totalitaria fascista corporativa.


Martín Lon Blanco.

Madrid, 19 de mayo 2017.

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