lunes, 25 de julio de 2016

Al triunfador de la Batalla del Lago de Maracaibo y a Bernardo Jurado Capecci.







Al triunfador de la Batalla del Lago de Maracaibo y a Bernardo Jurado Capecci.
A pesar de rogarle todas las mañanas al Altísimo, que me de las fuerzas para no meterme en lo que no me importa.
A pesar de tener pendientes tres papeles del Doctorado.  
A pesar de no creer en la reencarnación ni en la metempsicosis o trasmigración de las almas.
El leer unos comentarios, respetuosos pero contrarios que hacen algunas personas a la opinión  del señor Capitán de Navío Bernardo Jurado Capecci, en su Facebook,  me llevan a escribir estas palabras.
No es que el capitán Jurado Capecci necesite quien lo defienda ni abogue por él.
No.
Él es capaz de defenderse el mismo y a cuanta causa le parezca justa, como un verdadero lobo de mar, que lo fue y sigue siendo, baste como demostración el haber comandado patrulleros, Fragatas y trasportes.
Sucede y pasa, que es él, uno de los oficiales que después del naufragio institucional de las Fuerzas a la que dedicamos lo mejor de nuestros esfuerzos, no sólo sobrevivió y prosperó en las playas donde lo arrojó el destino como  a Ulises y aún nosotros o muchos de nosotros seguimos o nadando o agarrados de una piedra, sin poner pie en tierra.
El problema es que las críticas provenían de individuos tal vez muy parecidos a mí o yo a ellos, que no hemos tenido los arrestos de Bernardo Jurado Capecci de rehacer una vida exitosa después de lo que para el resto, ha sido una tragedia insuperable. Lo que nos lleva a llorar por la otrora Armada, Fuerza Aérea Venezolana, Guardia Nacional y Ejército. Y esperamos el sonido de las trompetas del Juicio Final para levantarnos de nuestras tumbas y recrear nuestras instituciones. Mientras tanto, lloramos como La Sayona a sus hijos que por cierto, ella misma mató, sin fijarnos que algo de lenidad y responsabilidad hubo por nuestra parte, en todo lo ocurrido y lo que está ocurriendo.
El gran problema como le ve un querido profesor y un compañero es que no hicimos un “Cuerpo de Oficiales”. Esto permitió que los oficiales mediocres buscaran apoyo político en los partidos y en revoluciones, para ascender, en detrimento de los oficiales que a Dios gracias siempre los hubo,  que ascendieron sin necesidad de eso. También fallamos en permitir el desarrollo de una religión laica y es más permitimos que hubiesen obispos de esta en nuestras filas y aunque operacionalmente no valiesen nada, cómo no los íbamos a ascender si sabían tanta historia y conocían al “Libertador” mejor que a sí mismos.
La falta de disciplina y la herejía que permitimos y en las que nos criaron y educaron permitieron que se incubara o sucubara lo que ahora satanizamos y pretendemos escurrir nuestra parte de responsabilidad en los hechos.
 No negaré que hubo individualidades que combatieron esto con todas sus fuerzas, pero no hicimos masa crítica para convertirlo en un valor de ejercicio obligado y normal en nuestras ya idas Fuerzas.
Fracasamos como equipo. ¿Brillantez individual?
De sobra. Por nombrar sólo a tres de la Armada y que me disculpen los muchos, me vienen a la memoria los almirantes Ramos Flores, Carratú, Muñoz León( Bustamante Pulido, Chacón Hernández caben ahí pero dije sólo tres y la antigüedad para mí, aún cuenta) No nombro a los aviadores ni a los de las otras Fuerzas por ser el día del Almirante Padilla y del Capitán Jurado Capecci.
Podemos dar un ejemplo de falseamiento de la historia para sonrojar aún más a los indignados profesionales defensores de las otrora “Fuerzas” y del “libertador”, ahora que el país con hambre y enfermedad se distrae viendo adorando el fuego y las llamas sagradas.



 Veamos al Almirante José Prudencio Padilla.
Este almirante combatió en Trafalgar, lo que significa que no era un recién llegado, ni el grado se lo ganó en una montonera, quizá, alguno de sus infantes fue el que mató al Almirante Nelson,  a quien yo, personalmente,  considero el estratega militar y naval más grande de la historia y el más grande capitán en eso de dar el ejemplo.
Para esos oficiales venezolanos cosmopolitas el recibir un cañonazo del HMS Victory o del alguno de los otros buques de Nelson tiene mucho más mérito que el recibir un grado militar después de haber sido derrotado o por derrotar a  un pulpero, pero eso es lo que alaban los oficiales no cosmopolitas, para que no me acusen de insultarlos de parroquiales, ultranacionalistas y xenófobos.
Padilla tenía tres problemas muy grandes y graves: era colombiano o neogranadino para ese entonces (No ser venezolano no permite camarotes de primera clase en el crucero de la historia patria venezolana), era moreno, pardo a casi negro (lo que  permitía máximo, en aquel tiempo,  camarotes de segunda clase), porque afrodescendientes eran, somos y seremos todos y además al parecer era monoteísta (lo que lo condena, a todos los ciudadanos que lo son, los que no siguen la religión del estado, como en la Venezuela de hoy, a la tercera clase en todo).
Ese oficial colombiano, le dio el mejor regalo de cumpleaños a Simón Bolívar, quien al parecer, no se volvió a acordar de él hasta que firmó su sentencia de muerte por estar en la Conspiración Septembrina, que por más que se le trate de poner como un intento de deicidio en grado de tentativa fallida, fue un acto para deponer el autoritarismo y a un dictador. Fue condenado a muerte y a ser degradado previamente y cuando le iban a arrancar las caponas de “General del Mar”, este le gritó al comandante del pelotón: “¡Esas no me las dio Bolívar, sino la República!”. Dicen algunos autores que el mismo Simón Bolívar al saber de la expresión de Padilla, dijo a su vez que “¡Yo no soy quien te fusila, sino la Ley!”.
Yo no creo que ningún venezolano contemporáneo mío,  se pueda hacer ilusiones y no sepa como nuestros presidentes, tiranos, dictadores por la fuerza o por vía electoral,  hacen las leyes, con mujiquitas y “constitucionalistas” expertos, que siempre complacen al Tío Tigre de turno. Para que no sea él quien te fusile, te bote o te exilie, sino la ley.
El grave problema de Padilla fue hacer ver y sostener que Simón Bolívar no ERA DIOS. En honor a la verdad, Simón Bolívar lamentó haberlo mandado a fusilar cuando tuvo que indultar a Francisco de Paula Santander, porque según sus  mismas palabras como salen en sus cartas y documentos, aducía que sería acusado y criticado porque había indultado a Santander por criollo y a Padilla no, por pardo. No se recordó del regalo de cumpleaños ni en su última proclama, tampoco de ninguno de sus otros soldados muertos.
Debe ser duro para un  oficial venezolano,  no cosmopolita tener un héroe naval colombiano, pardo que no le dio carácter divino a Bolívar como no se lo dio tampoco el General Córdoba (Sí, el de “a paso de vencedores etc, etc, etc,), a quien O´Leary le aplicó “la ley”, también.
Pero en verdad a pesar de haber navegado muchas más millas que muchos oficiales de la Armada, a pesar de haber hecho el XXVII Curso de Comando y Estado Mayor Naval, en el mejor instituto educativo del mundo, la Escuela Superior de Guerra Naval ESGN, de haber tenido los mejores compañeros en ese curso y haber aterrizado en un avión a reacción en un portaviones, yo soy un aviador y lo fui a mucha honra de la FAV, por lo que para brindar algo de consuelo a los llorones del  tiempo pasado, los sollozadores de la leche derramada de todas las Fuerzas,  de los que lamentablemente por mis propios defectos y falencias, aún formo parte, puedo darles algún ejemplo a seguir y es el del general y estratega aéreo que yo más admiré, admiro y admirare, el General Johannes Steinhoff. Quien refundó la actual LUFTWAFFE y terminó comandando las Fuerzas Aéreas de los países de la OTAN en Europa a pesar de que había derribado ciento cincuenta y tres aviones, ingleses, franceses, norteamericanos, rusos, checos, polacos, italianos, españoles, etc, etc, etc.


No bastando con eso, terminó comandando todos los ejércitos, Armadas, Fuerzas Aéreas, como líder y comandante militar supremo de la misma OTAN. Debo refrescarles la memoria reafirmando mi pitiyanquismo, (termino inventado por un excadete fracasado de la Escuela Militar y ardoroso defensor de “Il Ducce”) y mi admiración por los valores judeo cristianos occidentales,  de los cuales no voy a renegar nunca,  no veo por qué sea eso criticado en esta época, en la  que cualquier homosexual deprimido es aplaudido por decirlo, o un terrorista justificado por hacer lo que hace, o por los que piden tolerancia a quienes tienen dioses con ocho brazos y diez patas y les pegan a su mujer.
Bueno, el general Steinhoff despojó a la Luftwaffe primero y al Bundeswehr o Bundesheer y a la Kriegsmarine de todo elemento histórico protofascista y fascista, empezando por la falsificación de la historia y de los mitos fundacionales, tan de moda desde el romanticismo alemán y eliminó toda la influencia de Hugo Boss en todos los uniformes (era el diseñador oficial de la SS). No bastando con eso, voló todos los aviones de caza de la OTAN, en especial el F-104, que no era precisamente una mantequilla.
Pero claro nadie es perfecto y el General Steinhoff se había quemado gravemente en un aborto de despegue en un ME-262, que era el segundo avión a reacción del mundo y el primer reactor de caza operativo que gracias al Creador, Hitler decidió usarlo como bombardero. Al final de la guerra, se reunieron todos los pilotos de caza remanentes desde el general Adolf Galland, Guenther Rall, Steinhoff y muchos otros, volaban comían y dormían, luchando a sabiendas que no había esperanzas y la guerra estaba perdida. A Galland lo derribaron el mismo día que se rindió Alemania.
En ese accidente Steinhoff quedó desfigurado, cosa que no le importó mucho, salvo que no tenía párpados y los ojos le lloraban todo el tiempo y era difícil dormir. Eso no le impidió seguir volando y hacer lo que hizo.
Ayudó a  hacer una gran Alemania y una gran Europa. Pero tardó mucho en conseguir un médico cirujano plástico que fuera su par equivalente en su especialidad, pero lo encontró ya retirado. Era un americano que le dijo que si quería tener párpados de nuevo él se los reconstruiría, pero que debía ser flexible y tener la mente abierta, porque la única piel equivalente o parecida la tenía que obtener del cuerpo del mismo general Steinhoff.
Lo de la “mentalidad abierta” era, por supuesto, un eufemismo, el ablandamiento para después decirle que la piel tenía que salir de los escrotos del citado piloto de caza,  as de ases, quien por suerte, tenía esa parte del cuerpo no quemada por el accidente y por lo visto los escrotos eran lo suficientemente grandes, como lo demuestra su tremenda carrera militar. El General Steinhoff pasó los últimos años de su vida, parpadeando, durmiendo bien y quien quita que como piloto de caza le guiñara alguno de los dos ojos a cualquier muchacha bonita. Queda la interrogante de cómo habrá hecho ese doctor para “planchar”, las arrugas naturales de ese tipo de piel.

Bernardo Jurado fue un oficial como Padilla y como Steinhoff y es una gran persona como estos mismos lo fueron en su tiempo. Siguiéndole las aguas a su padre, ya que pudo calzar sus botas y más allá (este es el halago más grande que pueda tener un hombre), advierte en el peligro personalista mesiánico y del deseo de reencarnación de aquellos que estamos en el Hades. No hay que esperar que salga un “Clawsevitzito de esta generación”, ni un clon del Ínclito Díaz. ¡Qué atrevimiento ignorante ascender a Francisco de Miranda a ser General en Jefe, cuando en realidad, ese grado está por debajo de Generalísimo! ¿Cómo nombrarlo almirante en jefe? Si ese grado fuese mayor se lo hubiese autoimpuesto el Generalísimo Franco o el generalísimo Chian kai Shek.
En tal caso, sin mucha originalidad podían nombrarlo Almirante del Mar Océano, pero ese grado era de Cristóbal Colón y este como Padilla en su momento, ha sido “degradado” de la “historia  patria Nacional”.
Bernardo nos dice como buen jefe de tripulación que es, que no se llega a nada con once jugadores réplicas Nexus 6 de Messi jugando futbol, que es trabajando en equipo, con la división racional del trabajo, con técnica, moral, ejemplo y previsión logística, con lo  que se hacen las grandes cosas, no por tener genes de héroes que pelearon batallas que no fueron las nuestras y de las que esperamos succionar como garrapatas, justificación y gloria.
Cada generación debe producir sus propios héroes, ¡Pobre Venezuela que vive de una sola generación heroica ya ida! Los ha habido y han sido ignorados a propósito, porque más héroe es el que mantiene la paz, aún más del que lucha por restituirla. Hombres que han enfrentado a la muerte día tras día en la mar, protegiendo y rescatando, pilotos de la FAV, arriesgándose, todos los días, cazadores luchando y muriendo por años, todos los días de la semana.
Bernardo Jurado Capecci, al igual que todos los brillantes oficiales militares y navales que conocí en mi vida profesional, no buscaban ser “inmortales”, “eternos”, “ganadores del juicio de la historia”, ni de tantas pajas y baboserías que se aducen para medrar de la gloria y el prestigio ajeno, no, la grandeza esta en los hechos y en la virtud que una persona deja en herencia a sus hijos, sus amigos, subalternos y todos aquellos que lo rodean. Los Marinos y los aviadores no pueden idealizar la muerte porque la enfrentan en todo momento. Sólo hace falta que se rompa una línea de vapor o de combustible y se puede pasar de la calma a la tragedia en milisegundos.
Tal vez por eso, los operacionales de la Armada y de la FAV, no tenían tiempo ni para convertirse en sicofantes de los políticos ni en tejedores de conspiraciones y fueron cuando hubieron, excepciones a la regla, en la FAV y Armada que yo viví importaba más la misión que el poder y aunque los mediocres como siempre, culebreaban en su ascenso en busca del poder, por lo menos lo dejaban tranquilo a uno mientras cumplía la misión. No había tiempo de conspiraciones ni reunideras.


Son personas que como yo, vamos a tener con suerte, una sepultura como la tienen el Almirante Padilla y el General Steinhoff, donde debemos esperar el Día del Juicio y solo el buen Dios se acordará de nuestro nombre. Nada de sembradíos ni eternidades. La muerte que siempre desafiamos de frente en tormentas, operaciones y tempestades, pura, fría y dura. ¡Qué así sea!
Yo este día me acuerdo del héroe de Trafalgar quien se superó a sí mismo en Maracaibo y me acuerdo de Bernardo Jurado Capecci, de su papá, de todos aquellos oficiales de blanco que me dieron una gran formación, un gran ejemplo y una amistad duradera, hombres que sabían liderar un equipo en una tormenta y en una guerra. También me acuerdo de un tío querido, Guardiamarina Mayor en la Escuela Naval y Inspector general de la Fuerza Aérea. Hombres con los que yo hubiese ido al combate sin dudarlo, porque no es malo compartir el destino con aquellos que tienen los arrestos de desafiarlo.
En eso Bernardo nos ha ganado a los que por la razón que sea, nos hemos quedado pegados en el pasado.


Feliz día de la Armada de Bernardo Jurado Capecci y de aquellos con los que estudié y navegué:
¡Qué orgulloso estoy de ustedes!

Martín Lon Blanco.
Caracas, 24 de julio de 2016.




12 comentarios:

  1. Importaba mas la mision que el poder........Y porque no es malo compartir el destino con aquellos que tienen los arrestos de desafiarlos.Grande Martin tu elogio a la amistad y al deber. Un gran abrazo.

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  2. Importaba mas la mision que el poder........Y porque no es malo compartir el destino con aquellos que tienen los arrestos de desafiarlos.Grande Martin tu elogio a la amistad y al deber. Un gran abrazo.

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  3. Importaba mas la mision que el poder........Y porque no es malo compartir el destino con aquellos que tienen los arrestos de desafiarlos.Grande Martin tu elogio a la amistad y al deber. Un gran abrazo.

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  4. La calidad intelectual de cada individuo se mide por el nivel de preparación; la calidad humana, sin embargo, se mide entre otros factores por el nivel de consecuencia, lealtad, admiración y amistad que se cultiva y se profesa por los semejantes. Excelente y enriquecedor escrito.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Mi General....querido amigo....yo no tengo armas para defenderme de su amistad...gracias por sus palabras porque bien sabe que yo tambien y sin un apice de duda, iria tranquilo al combate con Usted...que honor es para mi ser su amigo de tantos anos, de tantas millas y tantas horas de entrenamiento y operacion de las plataformas de combate.

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  7. Respuestas
    1. Muchas gracias mi general. Aprecio mucho sus comentarios y criterios. Un abrazo.

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  8. Y que honor para los subalternos... Que recibimos instruccion de estos grandes soldados!... Y es justamente nombres como fenix y jurado los que años despues siguen sonando en los pasillos de las instituciones...

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    1. Un abrazo piloto saludos a tu papá y mis respetos a tu mamá.

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  9. Perdí la pista del Gral Lon desde aquella oportunidad del curso de empleo del Exocet con el grupo 11, me alegra leerle y comentar su profesional opinión, era común verlo embarcado, en cuanta Operación había, en cuanto el escrito de mi amigo el hombre del velero, no deja de plasmar su sentir a pesar de la dura expresión sin nostalgia, dio resultados de ahí todos los comentarios.

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  10. Un abrazo hermano. Gracias por tus recuerdos y tus comentarios.

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