sábado, 14 de julio de 2018

El líder de vuelo. CIRCA 1996.





  







          DISCURSO CON MOTIVO DEL VUELO SOLO DE TRES OFICIALES DEL GRUPO 11.

Debo confesar que no soy dado al uso del verbo resplandeciente, pero dadas las circunstancias, motivos y de la distinguida concurrencia, debo aprovechar la oportunidad de dejar algunos pensamientos en los nuevos rapazuelos que son el eje donde gira esta reunión.

         Podría comenzar al estilo antiguo: “En estos valles de Aragua donde hoy pululan los zamuros o en un pequeño pero significativo acto que a nosotros siempre nos gusta complicar...”

Sin embargo me permitiré leer unas cosas que escribí cuando era mayor, espero que sean de utilidad.

EL LÍDER DE VUELO


La Fuerza Aérea es muy particular en lo que a la tradición militar se refiere.

En la Fuerza Aérea Venezolana es el Oficial Piloto quién materializa la acción militar.

Es el Oficial Piloto el encargado de la APLICACIÓN RESUELTA Y SELECTIVA de la violencia sobre EL ENEMIGO para la facilitación DE LA IMPOSICIÓN DE LA VOLUNTAD POLÍTICA DEL ESTADO.

Es el Oficial Piloto que se enfrenta con el enemigo acompañado por otros oficiales y muy esporádicamente de algún S.O.P.

El  resto de sus subalternos para delegar o controlar está a muchas millas de distancia del líder, no a pocos pasos como ocurre en una trinchera o en un buque.  

El aire que permite la comunicación del oficial de superficie con sus subalternos por ser este el medio por donde se transmite su voz, es un enemigo de piloto quien para comunicarse depende de la calidad del trabajo de sus  S.O.P.  de MANTENIMIENTO y de sus Oficiales Técnicos.

Él  líder de vuelo, va en el  primer avión,  no en la mitad del escuadra como pasa en el suelo ni dentro del perímetro de defensa donde está el Buque Insignia.  

Es él, quien  debe lograr el primer contacto con el enemigo para aplicar la mejor táctica, si otro piloto obtiene ese contacto primero, el líder de vuelo le pasa el liderato pero no la responsabilidad de cumplir la misión. 

 El líder le importa poco la jerarquía o antigüedad de sus gregarios lo que el busca es ganar y llevarse a su gente completa para la Base.

Formar un soldado lleva pocos meses formar un buen gregario o un líder toma años.

El líder aéreo más que bravura y de temple de sus subordinados lo que necesita es la habilidad técnica de aquellos y de su perseverancia y meticulosidad.

         El líder aéreo no necesita lanzar a otras personas que no sean como él, al riesgo del combate. Si no que necesita que lo asistan para tomar más impulso para lanzarse él mismo.

El líder aéreo sabe que el espíritu deportivo ocupa mucho espacio y no cabe en el avión, además le podría añadir peso que el preferiría llevar en bombas o combustible para estar más liviano o para poder hacer hover; por eso; ganar es todo, porque ganar es el propósito de la vida de él y de su formación de ataque.

El líder aéreo llega a esa posición más por comandarse a sí mismo  que por  comandar a los demás, esto le facilita ver la viga en su propio ojo y no la paja en el ojo ajeno. 

 Su grado solo le da las prerrogativas de despegar primero, de disparar primero y de amarrase primero, de ser detectado primero y atraer el fuego primero.

Todas las bragas sin parches son iguales cuando se está volando sobre territorio enemigo,  por lo que el egocentrismo y la megalomanía no son características del aviador en guerra.

El líder aéreo no tiene problemas en compartir sus conocimientos, ni en delegar, porque sabe que, si no lo hace con sus gregarios, es hombre muerto.

El líder aéreo no le importa quién es mas antiguo o quien comanda, recibe las órdenes y ahí comienza su preocupación principal como poner las bombas sobre las cabezas del enemigo, cómo lanzar la carga sin exponer el avión y como regresar para hacer lo mismo el día siguiente.   

El líder aéreo no entra en conversaciones de quién cumple la misión más importante, él cumple la suya y eso le basta, sabe muy bien que la verdad desde 1914 es un sola pero cada quien debe descubrirla por si mismo.

La disciplina del líder aéreo no es litúrgica, sino funcional y que se ha convertido en un reflejo condicionado en él; porque ha presenciado desde su más temprana edad que los indisciplinados van  todos a un sitio donde no se puede fumar, ni hablar de combate aéreo, ni hacer venadeos  ni parrillas, ni ver mujeres bonitas, ni usar relojes grandes con bastantes perolitos, ni murmurar del comedor.

El líder aéreo sabe que sus habilidades físicas se reducirán por el paso inexorable del tiempo, pero la necesidad del país de una Fuerza Aérea fuerte seguirá igual o crecerá; por lo tanto, la necesidad de formar nuevos líderes es su mayor preocupación.

El líder aéreo sabe que las guerras se ganan con escores positivos y que no hay que hacer apologías a la muerte sino a la de los posibles enemigos muertos.

El líder aéreo sabe el valor del tiempo por eso es puntual, dos segundos de retardo sobre el objetivo se pueden convertir en muchos compatriotas de superficie muertos. El sabe que no basta solo “SER”; hay que también “ESTAR”.

El líder aéreo cree en un futuro mejor, por eso lucha en el presente, para enviar a los enemigos de la nación al pasado, a la Edad de Piedra.

El líder aéreo sabe que la verdadera arma es él y sus hombres, por eso se autoeduca y educa y protege a su unidad de combate.

El líder aéreo sabe que la tecnología ha ganado más combates que el valor en sí, pero que la mezcla exacta de estos ingredientes adquiere una potencia dos veces mayor que estos individualmente, aunque sean derrochados en el triple de su cantidad.

Son muchos los ingredientes que hay que mezclar para tener un buen piloto militar, algunos  son : habilidad, rapidez, inteligencia, amor por la patria y anhelo de emulación a los heroicos guerreros venezolanos del pasado, pero el pasado,  pasado está y el presente y el futuro traen sus propios retos a los que hay que  enfrentar con éxito.

Cazadores, transportistas, bombarderos, de helicópteros, instructores de vuelo; los líderes aéreos de estas diferentes especialidades son como grandes directores de orquesta, tocando la misma canción con diferentes instrumentos.

El líder aéreo respeta y confía en los aviadores no pilotos, sabe que irá montado en una plataforma que otros, que no pueden volar, aunque quisieran, prepararon para él con gran dedicación.

Él  sabe con orgullo,  que materializará el trabajo de un brillante equipo de hombres.
Así como un cuchillo es importante como un todo, solo para que el filo corte, así como una flecha es importante como un todo para que la punta afilada penetre; Así es el líder de vuelo, punta punzante y filo cortante de la Fuerza Aérea.

Él sabe que la parte mas dura del juramento que a todos nos une la tendrá que realizar EN PERSONA.

         Para llegar a esto, ustedes, los que han volado solos por primera vez han dado el primer paso, tal como lo dice el Tao Te King, que una marcha de 10000 leguas comienza con el paso mas importante, el primero, pero que para avanzar en esta carrera de nuestra vocación se necesitan muchos, porque para darle a la Fuerza lo que esta requiere de nosotros lo importante, más que el comenzar es el mantenerse.

 La suerte por lo general acompaña al hombre que se esfuerza, el que es perseverante y persistente, les deseamos buena suerte y a esforzarse más.

         A los distinguidos hermanos en las armas que nos acompañaron en los vuelos de cortesía les agradecemos el honor de su presencia, para  compartir con nosotros,  engrandeciendo el conocimiento entre todos los de la “Aérea”, porque ese conocimiento propende a la unión, al reconocimiento, a la comprensión y  a la admiración  y eso es muy bueno porque tal como lo dice la Biblia en los proverbios: “Cuando los hermanos trabajan juntos las montañas se vuelven de oro”.

         Gracias por la asistencia y que Dios proteja a nuestro país y bendiga y todos los días a nuestra Fuerza Aérea Venezolana y a cada uno de sus integrantes y sus familiares.

Señores.




MARTIN GUILLERMO LON BLANCO.


23/11/1996
 






No hay comentarios:

Publicar un comentario