martes, 24 de febrero de 2015

BOLSERÍA TROPICAL.



BOLSERÍA TROPICAL.

¡Qué bendición que tengamos petróleo!
Sin petróleo no hubiésemos podido pasar todo este tiempo haciendo elecciones ni referenda por el costo que esto implica. Ni Suiza puede pagarlos y mucho menos vivir en una campaña electoral permanente. Plan República, viáticos, propaganda, etc. Esto aplica para el Gobierno y la “oposición”.
Creemos equivocadamente, que la democracia es sólo el procedimiento electoral. Liturgia sin fe.
Democracia sin demócratas.
¿Cuánto está costando la interdicción de civiles en la frontera para evitar el contrabando que la misma política gubernamental crea?
Si se suman las horas hombre de los que tienen la misión de evitar el contrabando y la de los contrabandistas, nos damos cuenta de la cantidad de tiempo y energías perdidas por tratar de cambiar cosas que no han cambiado en el género humano nunca.
Si sumamos las calorías que se gastan evitando el contrabando y las que se recuperan y en esto me refiero a calorías de combustible y también de alimentos, ¿Cuál sería el balance? Uso calorías y kilocalorías como referencia ya que son valores fijos, los de la moneda, el bolívar ya nadie sabe cuánto de verdad vale. Pero como los que salen hablando de eso en la TV son gordos, a lo mejor entienden más lo que aquí se plantea.
Los cuerpos de seguridad hacen alcabalas en las calles, está bien. ¿Pero no sería mejor patrullar y desarmar cerca de las guaridas conocidas por inteligencia previamente?
Se han dado ataques del hampa con granadas y fusiles de guerra. ¿Quién se las dio?
Otro cambio de rol brutal, hampones con armas de guerra y la voluntad de usarlas y policías asesinados para desarmarlos, que para que sucediese, ya estaban desarmados psicológicamente.
Sin petróleo o nos hubiésemos tenido que matar, como lo hicieron nuestros antepasados en todo los siglos XVIII y XIX, u organizarnos nosotros mismos y armonizar una sociedad para sobrevivir (Cosa que no ha hecho en paz ningún país, no ocupado militarmente por otro).
El gran filósofo proto fascista Nietzsche acuño la infeliz frase: “Dios ha muerto, su amor por los hombres es lo que lo ha matado”. No señor, Dios no ha muerto, sino que las ideologías de los hombres son las que enferman, se ponen graves y se mueren y todas pretenden ser “irreversibles”.
Es paradójico que se produzcan partidos exitosos radicales de izquierda y que el fantasma del comunismo o su mutación, recorra nuevamente Europa y la periferia marginal del mundo, después de que la corporización de ese fantasma murió de mengua después de fracasar casi en todo. Peor aún, cuando las ideologías como el socialismo o la democracia cristiana parecen boxeadores que se auto noquean y sangrantes, trastabillan solos en un ring donde no tienen contrincante.
Si la guerra económica es real, los que la están peleando son reos de millones de delitos y faltas contra todos los venezolanos, que son castigados por los bandos en pugna y estos se regodean de la rabia, insatisfacción e impotencia del que no consigue leche para los hijos o un supositorio para las hemorroides.
El intento de convertir el “SOCIALISMO DEL SIGLO XXI”, en CIBERESTALINISMO, va a crear oscilaciones muy grandes en países de poca armonía cultural y más pequeñas y cortas en los que son homogéneos y será así hasta que vuelvan a fracasar.
¿Por qué?
Porque esa ideología zombi divide a la población en tres segmentos como bien lo definiera Orwell y fuese puesta en práctica por Calvino y Swingli: los puros, los neutrales y los enemigos. Así no se construye una sociedad armoniosa.
Es bastante cómico y risible la contrapartida de los “militarólogos” civiles,  que pululan a toda hora en los medios de propaganda social (no hay ya,  medios de comunicación social), dicen disparates y sacan generaciones de guerra más largas y complejos que el Libro de los Números de la santa biblia, tal vez en respuesta a la anormal presencia de militares activos en áreas ajenas al quehacer militar. Cambio de rol.
Los roles están cambiando y nadie entiende porque.
El gobierno va para dieciséis años mandando, inventando y errando. Usa el mismo mazo de cartas, sólo perdió el rey de espadas. Si continúa sin buscar la cooperación de la porción del país que le adversa para diseñar e implementar acciones para salir de la crisis, pues no saldrá.
Todo el mundo cree que lo del aumento de la gasolina es un asunto de opinión. No lo es. Cuando la Sra. Carmen saque su cuenta y vea que hacer una empanada cuesta 280 Bs sin ganancia le va a dar un síncope, también el que vaya a comprarla y le cobren 364 Bs. (Tal como dice la propaganda)
La economía venezolana se ha acostumbrado a la gasolina regalada por más de dos generaciones, para los venezolanos es como el oxígeno y la luz del sol. Veremos lo que pasa cuando les cobren la luz del sol y el oxígeno.
En Bolivia, el gobierno del señor Evo Morales tuvo esa idea y tuvo que dar marcha atrás. La gasolina le está cantando al gobierno la canción de los Rolling Stone: “Don´t play with me, cause you play with fire”.
Pero Venezuela es paradójica, a lo mejor la gente acepta eso y no pasa nada. Este podría ser el único país del mundo donde vendieran zapatos con el tacón en la punta de adelante.
Y mientras tanto como decía el mismo Marx, los venezolanos marchamos sin saber a dónde vamos tras los muertos vivientes de izquierda y derecha, detrás de los espíritus de los próceres, de los padres de la democracia, los de la corte malandra, sin contar a los santos  fallecidos de cada una de las religiones.
¡Cómo hemos perdido el tiempo! ¡Cómo lo estamos perdiendo!


Martín Lon Blanco.

Caracas, 24 de febrero de 2015

3 comentarios:

  1. Reflexivo y profundo...cada dia escribes mejor, cada dia los pensamientos de Martin Lon, son lectura obligatoria para todos aquellos de buen pensar y obrar,...felicitaciones, querido amigo.

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  2. Excelente reflexión mi apreciado compañero,acertada tu mención a los medios de propaganda. Me recuerda un antiguo escrito sobre la "entropia moral " que me publicaron en algun semanario educativo donde afirmé algo al respecto: "Somos bombardeados socialmente de juicios infundados, por opinadores de oficio a quienes la mediocracia les otorga el título de “expertos en algo”, concediéndole además “autoridad mediática” para impunemente emitir juicios errados en medios masivos que obviamente afectan a las personas acostumbradas a “pensar con la cabeza de los demás” y a repetir como loros juicios ajenos, a partir de los cuales formulan nuevos juicios que, sin darse cuenta, afectan su vida y obstaculizan cualquier cambio positivo en el orden ético establecido".(Esto incluye a los militarólogos a que te refieres).Saludos mi hermano y sigue escribiendo que el General si tiene quien lo lea.

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  3. Muy claros tus pensamientos, te felicito Martín.

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