DESABASTECIMIENTO, DESILUSIÓN,
DESCOMPOSICIÓN.
¡Qué difícil hablar de conciliación y paz cuando hay desesperación
y amenazas de hambre!
Cuándo las reservas de cada familia se acerquen al estado de
vaciedad que muestran los anaqueles de los supermercados, mercados y abastos,
los medios para mantener la paz social se harán insuficientes.
El hecho de que existan muy contados medios de comunicación
social, abiertamente opuestos al gobierno, hace tremendamente incomible el
asunto de la “guerra económica” y muchos menos digerible, que quede algún grupo
o individualidad con la capacidad de retar al gobierno en esta área o cualquier
otra de poder, que vaya más allá del conocimiento y la razón.
Buscando posibilidades y opciones de acción, tratando de
obtener una opinión de los intelectuales afines al proceso, que los hay, como
Roberto Hernández Montoya, Luís Britto García y Carola Chávez, no se encuentran
recomendaciones que no transciendan el campo teológico de la fe. Pero: ¿Fe en
qué o en quién?
En el bando opositor, aparecen las mismas recomendaciones
del pensamiento pesimista economicista: todo pasa porque se fracase el
gobierno, acepte su error y se vaya. Donde las caras y consejos hibernados por quince años, se van a descongelar y con un
liderazgo, nuevo de cara, pero viejo de cuerpo, se va a someter al país a
recetas que resultaron fatales cuando la mayoría de la población estaba
desarmada psicológica y físicamente, lo que no es el caso hoy y que en todo
caso, no difieren mucho de la situación actual.
¿No habrá nada en el medio entre la radicalización que
proponen los extremistas de izquierda y los de la derecha?
¿Está la autoestima de los pobres y no pobres de Venezuela
para aceptar un plan de racionamiento como los existentes en lo era y es hoy el
“socialismo realmente existente”, es decir Cuba, la desaparecida URSS, la
Europa del Este, para no mencionar a Corea del Norte?
Se está haciendo cada vez más evidente, la falta de contacto
con la realidad del liderazgo con las sensaciones, percepciones y hechos de la calle, que parece no querer ver y la oposición con
voz, tanto en la Asamblea como en los medios, tampoco. No dicen otra cosa que no sean las tradicionales de que se vayan y
les dejen el poder a ellos.
Los ciudadanos se están convirtiendo en “pobladores” o “habitantes”,
dispuestos a pelearse por una caja de detergente o una bolsa de leche. No es ya
la lucha de clases, sino aquello que definía Hobbes como el estado natural
donde la vida era “desagradable, brutal y corta”.
El hecho de que las mayoría pobres no están pendientes del “Dollar
today” o las “lechugas verdes”, no los hace inmunes a la necesidad de la
medicina, del repuesto de su taxi o de su camioneta, ni de lo que necesita su
estado mínimo de aseo y alimentación. Los pobres, juntos con los que no lo son
están buscando sus dólares a codazos y dentelladas (si es que es verdad, que el
petróleo es de todos, o si alguna vez lo fue, que no fuera del gobierno de turno).
Los buenos deseos y las recomendaciones de los que poseen el
conocimiento, las buenas intenciones o los dos, dan sus recomendaciones, las
escriben y las gritan, pero tratan de hacer el bien “Al detal”, mientras que la
ineptitud, la arrogancia y la ostentación del liderazgo de ambos lados es al “por
mayor”.
Parece que la “izquierda trasnochada”, o no lo estaba tanto,
o lo estaba voluntariamente para no tener la pesadilla recurrente, de la
realidad actual. Parece que las recomendaciones de los elementos racionales de
la oposición y de la academia, no eran, al final “los publicistas fascistas de
la guerra económica”.
El liderazgo político está jugando con ácido nítrico y
glicerina. Se puede volar las dos manos. La izquierda y la derecha. Es hora de
aceptar y decir la verdad. De enmendar y cooperar.
Aprovechen el tiempo y la confianza que el país les ha dado.
Martín Lon Blanco.
Caracas, 7 de enero de
2015.
Este es uno de sus articulos mas importantes que a mi juicio le he leido....ilustra y diagnostica como una colonoscopia el severo problema structural en el tracto politico...los pobres no lo son por la falta de dinero sino de esperanza y Venezuela entonecs, esta llena de pobres...abrazos y felicitaciones.
ResponderEliminarSaludos mi general, lo felicito muy buen ensayo.
ResponderEliminarEn mi opinión, todo gira en torno a la pérdida de libertades. Los socialistas pretenden controlar todo, y solo han logrado distorsionar el mercado y destruir las debilitadas instituciones de la mal llamada cuarta República, como si de verdad existiese una quinta República.
Vamos a lo simple, veamos los resultados. Tenemos un éxodo de venezolanos, valorarnos papa el país. Los demás indicadores usted los conoce mejor que yo.
Las personas eligieron un gobierno con la esperanza que acabara con la corrupción. No votaron por comunismo.
le pudiera enumerar muchos ejemplos de falta de libertad, a nivel de testimonio, pero no es la idea. Lo que si le reitero es que todo es el resultado de tocar eso van fácil de decir pero inmenso en su alcance, que la LIBERTAD.
Le pido disculpa por los errores en la opinión anterior. Pero no estoy proefícíente con el diccionario y el texto predictivo del celular.
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