martes, 5 de mayo de 2015

MOKUSATSU: PARA LOS LIGEROS DE LENGUA PARA HABLAR DE GUERRA. PARTE II.



MOKUSATSU: PARA LOS LIGEROS DE LENGUA PARA HABLAR DE GUERRA.
PARTE II.
                En la declaración de Postdam del 26 de julio de 1945, firmada por los EE.UU., Gran Bretaña e incluso China (país más victimizado por Japón), se le daba al Japón la opción de proclamar  la rendición incondicional de las fuerzas armadas japonesas, en lugar de la rendición incondicional del gobierno. Esto se recibió con gran ánimo por el los líderes japoneses conscientes de la situación real. También la declaración de los Aliados garantizaba la existencia de la nación nipona y se aseguraba su no destrucción, el regreso de los soldados y el suministro de materias primas para su industria, después que escogieran el gobierno que quisieran y terminase la ocupación.
                Se sugería, casi abiertamente, en contra de la racionalidad político militar, que se dejaría al Emperador, en el trono.
                El gabinete japonés estaba feliz y pensaba que se debían aceptar los términos, pero dudaban de permitir que la declaración de los Aliados, llegase al “pueblo” llano, es decir, al hombre común. El ministro de asuntos exteriores Togo, apuró a los demás para que dejaran que la información se le pasase a la gente. Estuvo cuatro horas bregando y venciendo la oposición del Ejército Imperial, se dio la declaración a los periódicos.
                Japón no tenía canales regulares con los Aliados, al menos alguno que funcionase rápido, por lo que la información que tenían era la de la radio. ¿Podían tomar esa información no oficial como valedera? Muchos exigían una oferta formal. Por lo que decidieron mantenerse en silencio y no decir nada por un tiempo.
                El Primer Ministro Suzuki debía hacer una declaración a la prensa al día siguiente, donde le preguntarían con seguridad, sobre la Declaración de Postdam. Y es aquí donde se comete el error, porque el equivalente del ministro de propaganda, Hiroshi Shimomura influyó para no perjudicar las negociaciones que llevaban con la URSS, se tratase lo de la Declaración con ligereza. Esto le sugeriría al pueblo japonés que la rendición en los términos de los Aliados se estaba considerando seriamente y que especialmente, no se estaba rechazando.
                La tragedia fue el término que usó el Primer Ministro en su declaración, quien dijo que el gabinete estaba siguiendo una política de Mokusatsu, una palabra ambigua en japonés y más en cualquier otro idioma. En japonés puede ser “sin comentarios” o “ignorar”, porque los dos caracteres que la forman, significan Moku “silenciar” y satsu “matar”. En sentido literal, es “matar con el silencio”.
                Aparte del error al escoger el término, se agravó la situación, porque la propia Agencia de Noticias japonesa Domei, no sabía lo que el Primer Ministro, de verdad quería decir y tradujo la declaración al inglés y las estaciones japonesas radiaron al mundo la noticia de que el Gabinete había decidido “ignorar”, el ultimátum de Postdam.
                Nueve días después, caía la primera bomba atómica en Hiroshima y la URSS invadía Manchuria después de declararle la guerra al Japón.
                Los EE.UU, habían experimentado más bajas en Okinawa que en todas las demás batallas del Pacífico. La población civil, con el cerebro lavado por la propaganda se había suicidado en masa. Se calculaba que al menos se perderían un millón de habitantes en la toma de las otras islas.
                ¿Qué hubiese hecho el gentil lector que lee esta entrada, en lugar del presidente Truman?
                Quien además de ser presidente y saber del desarrollo de la bomba atómica a última hora, después de la muerte del presidente Roosevelt, era oficial de Artillería.
                Muchos, con torvos intereses, satanizan a los EE.UU por esta decisión, Otros satanizan a la URSS de declarar la guerra cuando el Japón estaba derrotado de hecho y ponen esto como una venganza de la Guerra Ruso Japonesa que perdió Rusia por paliza. Pero lo cierto es que los costos de la guerra lo exigían y los crímenes del Japón militarista también.
                Un político más hábil le habría pedido a China que escogiera los blancos y en ese entonces el Kuomingtan estaba de aliado de Mao Tse Tung y el Partido Comunista Chino, pero no se hizo así y se atacó una de las ciudades menos militaristas con más cristianos del Japón.
                Sirva esto para resaltar la importancia de la moderación en el lenguaje y que el que gobierna debe escoger con mucho cuidado sus palabras siempre.
                Todo lo que pueda ser malinterpretado lo será. Esto lo fue. Muchos inocentes murieron y sufrieron y todo por tratar de adaptar la realidad al modelo falso que crea la propaganda.
                Las bombas atómicas destruyeron el Sumeru Mikuni.


Martín Guillermo Lon Blanco.
Caracas, 4 de mayo de 2015.

1 comentario:

  1. Que excelente y documentado escrito, ademas de amable....ciertamente el Presidente Truman procedio como debia para ahorrar vidas de acuerdo a la escasa informacion...confirmo la interesante sentnencia "todo lo que se pueda malinterpretar lo sera"....abrazos

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